En anteriores capítulos... llegamos a Milán, posteriormente establecimos campamento en Venezia y ahora nos dirigimos a dos islas peculiares. Casas de colores que nos transportan a cuentos de hadas, canales que recorren las islas, puentes de piedra, formas de hacer las telas o como manejar el vidrio se transmiten de generación en generación en estas atmósferas.
Murano: el vidrio se forja en las entrañas de esta pequeña isla, los habitantes son mínimos y se celebra cada nacimiento como si de un milagro se tratara. Los turistas invaden la isla por oleadas, pero la calma, el ambiente, el aire que se respira es único y expugnable. La demostración en vivo y en directo de como se hace un pequeño jarrón, contemplar como una minúscula piedra se convierte en un precioso y espectacular caballito de cristal o como estalla el cristal al soplarlo te deja estupefacta.
Burano: Descubrir rincones extremadamente coloridos, singulares, especiales. Sorprenderte viendo hilar y transformar un simple hilo en un espectacular vestido hecho cien por cien a mano. Desde la primera puntada hasta el bajo.
Realmente recomendables estas dos paradas antes de abandonar estas especiales y geniales vacaciones. Muchas gracias a estas preciosas niñas, que un viaje más aguantaron a esta pequeña cabeza loca. Me llevo unos magníficos recuerdos!
P.D.: Muchísimas gracias por leerme, si queréis saber mas de esta locura de persona, SEGUIRME, prometo seguir escribiendo y expresar lo que se me venga por esta cabecita loca, gracias por perder un ratito con estas palabras, pasa muy buen día, disfrútalo, mil besitos!❤️