Todo comenzó con el arranque del motor del autobús dirección OPorto. Cuatro y media de la mañana, un bocata una botella de agua y seis cabecitas dispuestas a descubrir en seis días tres ciudades por primera vez.
Primera noche en el aeropuerto, consecuencias de viajar low cost, la espera se hace eterna, pero la ilusión por ver nuevos lugares no nos deja dormir. Pasamos el control de equipaje, embarcamos en el avión, en un cerrar y abrir de ojos estamos en París. La primera parada de esta semana.
La ciudad del amor, de los bohemios, de los soñadores. Llena de teatros, museos, de la incansable Torre Eiffel. De ese acento más que amoroso. De la vida soñadora, parisina, de la Mona Lisa, del Louvre, de los jardines más bellos, llena en toda ella de elegancia. Sin dudarlo, la ciudad más silenciosa en la que he estado. El bullicio, que estamos acostumbrados a escuchar en todo momento, se torna en una leve brisa y el canto de algún pajarillo a lo lejos.
Pequeño instante que nos hace parar de asombrarnos y nos vuelve un poco a nuestra pequeña y cotidiana costumbre. Elegimos un restaurante con los precios bastante económicos para estar donde estamos. El plus de estar comiendo en una terraza en París, con tus amigos, alegrandonos con un día espectacular, me hace parar y disfrutar de todo esto.
La torre del amor, el faro de París, la antena principal de la ciudad. La cual cada noche luce su mejor y esplendoroso vestido iluminado hasta el último recoveco. Un enjambre de hierro construido para enamorar.
La Basílica del Sagrado Corazón de Montmartre, grandiosa y espectacular, me quedo escueta con todo lo que diga de ella. La muchedumbre se apelotona para disfrutar de esta obra de arte, de sus insuperables vistas de la ciudad, disfrutar de un tiempo muerto en sus vidas.
Notre Dame, solo el jorobado sabe como disfrutar de su compañía como se merecen tanto su increíble y tremenda fachada, como de sus gárgolas, defendiendola día y noche.
La noche se nos echa encima, pero disfrutar de esta ciudad por la noche, toda iluminada es un placer de otro mundo.
Como las pipas Facundo...un placer en todo el mundo
ResponderEliminarGuuuau, me encanta 😄😄 sigue así compañera de aventuras 😘
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